Para todos los niños, incluyendo los más problemáticos, el dibujo es una forma espontánea de expresión. Por ello, saber “leer” sus garabatos nos permitirá comprender mejor sus necesidades.

La  Primera Vez
Cuando un chico realiza su primer garabato, lo vive como un verdadero acontecimiento. Con el lápiz, que es como una extensión de su cuerpo, y con un movimiento de su mano, su brazo y su cuerpo, logra imprimir algo nuevo y propio. Esto le produce una enorme satisfacción y sobre todo mucho placer. Porque hasta ahora, él podía jugar con sus bloques, sus muñecos, pero después del juego los juguetes seguían estando igual; pero con los garabatos, el niño modifica algo: la hoja que estaba en blanco ahora tiene color y una nueva forma, la de sus primeros trazos. 
            

               Valentina 2 años


Pura creatividad
Como si estuviera hipnotizado, cuando un niño se sienta a dibujar, entra en un estado creativo que es necesario comprender y respetar:

• Para hacer sus garabatos, tu hijo necesita libertad, nunca lo interrumpas.
• Tampoco le prohíbas o corrijas, es obvio que a esta edad no dibujará La Gioconda.
• Al garabatear, tu hijo descarga tensiones, ten en cuenta esto para que el entorno sea el adecuado.
• No hay mejor manera de estimular su expresión artística que demostrarle tu interés: observa sus dibujos, pégale algunos en la pared, llévate otros a tu oficina.
• Si guardas en una caja de recuerdos los dibujos de tu hijo más grande, ¿por qué no guardas los primeros garabatos de tu hijo más chico? Ambas son expresiones artísticas, sólo que cada una corresponde a su edad.
• Es cierto que cuando el chico comienza a garabatear, querrá dejar su sello no sólo en el papel sino en las paredes, las mesas, cualquier superficie servirá. Consíguele mucho papel para que siempre tenga dónde dibujar y enséñale con paciencia que el lugar para hacerlo es el papel.
• Al principio, los garabatos no tienen límites y por lo general terminan fuera de la hoja. Para que no manche la superficie, pégale una cartulina o un papel más grande debajo de su hoja, así podrá dibujar sin ensuciar.
• A medida que el niño va controlando sus trazos, va mejorando su motricidad fina.
• Los lápices y los crayones, son los elementos necesarios para la primera etapa. Por ser más blandos y flexibles, los crayones les brindan a los chicos más posibilidades en el trazo. Como ensucian fácilmente, en especial si los pisas, enséñale a tu hijo a guardarlos dentro de una caja al terminar de usarlos.
  
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